Carillas dentales

Las carillas de porcelana imitan perfectamente las propiedades reflectantes de la luz de los dientes naturales y resisten mejor las manchas. Son de cerámica, son completamente personalizados y pueden durar de 10 a 15 años.

Las carillas compuestas se pueden reemplazar con acabados de resina compuesta para una apariencia más natural. Están fabricados con la misma sustancia que los rellenos de caries del color de los dientes.

Las carillas de composite son un poco más caras que los acabados de composite. Esto se debe a que las carillas de composite normalmente se pueden producir en un corto período de tiempo, lo que las convierte en una opción de tratamiento en el mismo día.

“Luminers” es una marca para barnices extremadamente finos de tan solo 0,2 milímetros. La forma y el color de tus dientes serán aún más precisos que las carillas de porcelana. Las luminarias no requieren reducción de dientes porque son muy delgadas. A diferencia de la vida útil de diez a quince años de los acabados porcelánicos, estos pueden durar hasta veinte años.

Las carillas tradicionales cuestan más y son menos invasivas. Los módulos superior e inferior se construyen a partir de los dientes del paciente, que funcionan como alineadores transparentes y se pueden retirar en cualquier momento.

Debido a que los dentistas deben eliminar el esmalte dental, las carillas permanentes, también llamadas acabados temporales, no se pueden restaurar. No es necesario extraer los dientes para las carillas removibles. Sin embargo, los acabados no permanentes pueden resultar incómodos, no funcionan bien con los dientes naturales y requieren un reemplazo frecuente.